Sexo sin amor, por qué mucha gente lo prefiere

La manera de entender las relaciones de pareja, y también las que se nutren simplemente del placer, el deseo y la pasión, han cambiado mucho en estas últimas décadas. El querer disfrutar carnalmente de alguien no significa que estemos enamorados de esa persona, ni mucho menos. De hecho, en ocasiones, el sexo sin amor, sin ningún tipo de “sentimiento”, es mucho más usual que el que se lleva a cabo dentro de la propia pareja. Y a veces es más intenso y ardiente, porque esos polvos fugaces pueden llegar más lejos que los de una pareja que haya perdido la pasión, por la rutina, la monotonía o el cansancio.

En estos últimos años estamos viendo que son muchos los jóvenes que parecen preferir este tipo de relaciones carnales, las de sexo sin tener ningún tipo de relación más allá que el propio deseo. No se trata solo de un “aquí te pillo, aquí te mato”, sino de una manera diferente de entender las necesidades biológicas de uno mismo y separarlas de las emocionales y sentimentales. Esperar a estar profundamente enamorado de una persona para enrollarnos con ella puede ser algo demasiado complicado y complejo, y es mejor seguir nuestro instinto y hacerlo sin ningún tipo de ataduras. Esa es una de las principales razones del auge de este tipo de relaciones sexuales sin amor.

Lo más importante: no hay ataduras

Y es que no todos los hombres ni todas las mujeres buscan pasar el resto de su vida con la persona con la que se entregan en la cama. Esto hace que cada cual tenga su propia manera de entender el placer y podamos disfrutar del mismo sin necesidad de crear una relación intensa y emocional con la otra persona. Las ataduras, el compromiso, cada vez asustan más a las nuevas generaciones. Atarse a algo, aunque no sea de por vida, simplemente etiquetar la relación o pedir una especie de exclusividad emocional y carnal, es algo que siempre buscan evitar, porque prefieren vivir una vida mucho más cómoda y libre.

Tienes menos miedo al fracaso sexual

Sin ataduras, sin compromisos, la relación es mucho más libre y eso nos quita presión de encima. A su vez, también entendemos que el miedo sea mucho menor en este tipo de relaciones porque al final, seguramente no volvamos a ver a la persona con la que vamos a entregarnos al placer. Cualquier “fracaso sexual” se quedará entre nosotros y simplemente será una anécdota, en lugar de convertirse en algo que pueda afectar de verdad a la relación. Cuando no hay sentimientos ni emociones tan intensas de por medio, uno simplemente puede centrarse en disfrutar al máximo, y con eso tener suficiente.

Habrá menos tabúes

De esa misma manera, la falta de compromiso y de ataduras nos permitirá disfrutar con menos tabúes de la relación. Seguramente a nuestra chica no le pediríamos ciertas cosas, al menos al principio, pero cuando estamos con una persona que sabemos que quiere lo mismo que nosotros y que nos ha elegido para disfrutar del sexo de la manera más intensa posible, podemos desatar también nuestros placeres más prohibidos. Es mucho más fácil dar rienda suelta a las pasiones más calientes de esta manera, y así seguir aprendiendo mucho más sobre el sexo, sobre las diferentes formas de entregarnos y disfrutar, algo que es tremendamente importante para llegar más allá.

Mejora tu autoestima

Aunque pocos lo reconozcan, a todos nos gusta echar un buen polvo de vez en cuando sin tener que pensar en lo que vendrá después, porque no vendrá nada. Simplemente dejarnos llevar por la pasión y que el placer nos haga volvernos locos en ese momento. Además, de esta manera nos sentimos más apreciados física y sexualmente. Sabemos que somos capaces de atraer a los demás, que quieren entregarse en el placer con nosotros, y eso será definitivo para encontrar también una satisfacción mucho más intensa a la hora de disfrutar del sexo. Nuestra autoestima se verá reforzada, así como nuestra propia mente, a la que quitaremos estrés y preocupaciones gracias a estos rollos esporádicos.

Riesgos del sexo sin amor

Es cierto que hasta ahora hemos presentado un montón de buenas ventajas para elegir este tipo de relaciones, pero como todo, el sexo sin amor tiene también su parte negativa. Por ejemplo, tener tantas relaciones con gente a la que no conocemos puede llevarnos a contraer algún tipo de enfermedad de transmisión sexual. También se pueden dar momentos poco apropiados, porque al final esa persona es un desconocido. Podemos caer en el pensamiento de que no necesitamos a nadie al lado mientras podamos disfrutar del sexo con mucha gente, pero al final siempre nos gustará estar acompañados más allá de la cama, por una persona que no solo nos haga disfrutar, sino que comparta con nosotros el resto de nuestra vida.