Los expertos en negocios aseguran que las mejores relaciones y los tratos más importantes no se entablan en despachos o reuniones, sino en comidas. Ya sea un almuerzo en un restaurante de lujo, o una buena cena en un sitio elegante, este tipo de eventos, que se salen de lo oficial y del protocolo, suelen ser perfectos para conseguir mayor confianza con la persona con la que estemos tratando. Las cenas se han convertido en eventos sociales, y las hay de todo tipo. Desde cenas de celebración por cumpleaños o aniversarios hasta la clásica cena de empresa en las Navidades, donde todo puede ocurrir. Citas a las que uno no puede faltar, porque todo el mundo estará, y no debemos perder esa oportunidad para entablar relaciones más allá del trabajo. El problema es que a veces, acudir a estas cenas puede ser un verdadero suplicio, ya sea por la gente que también va, o por nuestra propia situación.
Hay cenas y eventos sociales importantes, los de etiqueta, a los que uno siempre debe ir acompañado. Las miradas, las suspicacias, son mortales si aparecemos solos en un evento de este tipo, sin una chica a nuestro lado. Todos van con sus esposas, sus prometidas, sus parejas… Algunas de esas chicas, sospechosamente jóvenes en comparación con sus acompañantes. Y es que todos sabemos que en ocasiones, los hombres adinerados contratan a chicas de compañía para este tipo de eventos. Hombres que no tienen pareja, por supuesto, pero que quieren presumir de un monumento de mujer en este tipo de eventos. Llevar a una mujer sensual y hermosa del brazo sigue siendo, hoy por hoy, un símbolo de estatus, y nosotros no nos vamos a meter a juzgar esto. Es simplemente conocer cómo se maneja el mundo de los negocios, y hacer todo lo posible por encajar en él. Por eso, tomar la decisión de contratar a una de estas chicas para que nos acompañe puede ser una gran alternativa si no queremos vernos solos y marginados en estas cenas. Aquí te vamos a dar algunas claves importantes para saberlo todo sobre estas acompañantes.
Acudir a cenas no siempre es divertido
No nos engañemos. Hay eventos sociales en los que uno tiene que estar, para mantener cierto estatus, casi por obligación, porque todo el mundo estará allí. Pero eso no significa que nos agraden, o que estemos encantados de ir. De hecho, estas cenas suelen ser bastante aburridas. Si son cenas de negocios, o eventos sociales, suelen centrarse en asuntos que no son precisamente divertidos. Si vamos solos, mientras los demás están en pareja, seremos prácticamente marginados. Para evitar esa situación, llevar con nosotros a una buena pareja es la mejor opción. Y si estamos solteros y no queremos echarle el mal trago a una vida, tal vez podamos contratar los servicios de una acompañante.
Chicas de compañía
Hay que dejar muy claro que estamos hablando de chicas de compañía, y no de prostitutas. Aunque hay muchas escorts anunciadas en webs como valenciaxx.com que también ofrecen servicios sexuales, no todas lo hacen. Algunas modelos o actrices que todavía no han despegado se ofrecen para acompañar a hombres normalmente más maduros, a cambio de cierta retribución. Se incluye la compañía y en ocasiones, también las muestras de cariño, como en una pareja “normal”, pero nada más. Si buscamos algo de sexo, tendremos que preguntar directamente a la chica, y por supuesto, eso saldrá más caro. Ya dependerá de las intenciones que tengamos, y de lo que queramos hacer con la chica después de la cena, por supuesto.
Los servicios de acompañamiento son muy habituales entre las escorts, ya que son sencillos de realizar, en la mayoría de casos. Suponen un buen ingreso, porque la mayoría de hombres que los buscan son adinerados y tienen un gran poder adquisitivo. Además, les permiten trabajar en este negocio sin llegar a ofrecer servicios sexuales. Son solo acompañantes, y para muchas, ahí está el límite, porque no quieren llegar más allá. De hecho, es común encontrar a este tipo de acompañantes en agencias de modelos. Las cualidades que debe tener una chica para encajar en este tipo de cenas son muy concretas, y no todas están preparadas para ello. Por eso hay que saber buscar a la acompañante adecuada.
Qué debe tener una acompañante de lujo
De la misma forma que no todas las chicas pueden ser prostitutas, porque hay que estar hecha de una pasta especial para lograrlo, las acompañantes también requieren de ciertas cualidades. La primera de ellas, por encima de todas las demás, es la belleza. Ya que pagamos por tener la compañía de alguien, queremos lucirla en público. Y por supuesto, eso significa enorgullecernos de llevar a una hermosa chica del brazo, dejando que todos nuestros compañeros se vuelvan locos de envidia. Hay muchas chicas jóvenes y hermosas que trabajan como modelos, o están estudiando, y se pagan sus carreras gracias a este tipo de trabajos como acompañantes.
La belleza es esencial, pero no es lo único. La chica debe ser elegante y educada, porque tendrá que asistir a cenas de alto standing. Conocer el protocolo, ser inteligente y divertida, mantener conversaciones sobre cualquier tema de una forma fluida… Todos esos puntos son indispensables para considerarse una verdadera acompañante de lujo. Las chicas que aspiran a llegar a este sector son conscientes de que hay mucho dinero en juego, y se preparan de la mejor manera posible. Cuentan con trajes y vestidos elegantes, son cultas y están al tanto de lo que pasa en el mundo, incluso hablan varios idiomas. De hecho, muchas de ellas también suelen acompañar a hombres adinerados en sus viajes de negocios, incluyendo las cenas que tengan lugar en esos otros destinos.
Cuanto suelen cobrar estas chicas
Seguramente, si estás interesado en contratar la compañía de estas chicas, te estés preguntando por cuánto puede salirte algo así. El precio de esos servicios varía mucho dependiendo de la chica, del evento, de las horas que queramos estar con ella… Por norma general, ninguna de estas escorts cobra menos de 100 euros por hora, solo por acompañamiento. Lo normal es que una noche de fiesta, sin relaciones sexuales de por medio, nos salga por unos 600 u 800 euros. Es una cantidad nada desdeñable, pero justa para todo lo que recibimos. La compañía de una preciosa chica que además sabe desenvolverse de maravilla en un ambiente de alto standing. Justo lo que estabas buscando, y justo lo que vas a obtener si sabes encontrar a la escort perfecta.
