Los masajes eróticos más placenteros. ¿Cómo realizarlos?

El tacto es sin duda uno de los sentidos más sensuales que existen, porque al fin y al cabo, para intimar con alguien de verdad hay que tocarle, sentirle, disfrutar de su piel y de su cuerpo de una manera intensa. Y pocas cosas hay mejores para hacer todo esto que un buen masaje erótico, con ese punto morboso que hará que tu pareja se siente en el paraíso, relajándose a la vez que también se pone cachondo, porque estos masajes placenteros son precisamente para eso. Es una buena alternativa para romper el hielo y conseguir desatar la pasión.

Está claro que no todo el mundo tiene la misma habilidad para realizar masajes, y que la gran mayoría no son profesionales, pero con la práctica se llega a dominar este noble arte y se puede conseguir un resultado muy satisfactorio en todos los sentidos. Hay multitud de vídeos en Internet donde te enseñan qué partes hay que masajear primero y cómo, pero más allá del hecho del masaje en sí, el entorno también cuenta, y aquí te vamos a hablar precisamente de eso, del cómo crear el entorno perfecto para que el masaje sea inolvidable.

Crear el ambiente apropiado

Con velas, con música relajante, en un ambiente algo más oscuro que lleve a la relajación… Es importantísimo tener esto en cuenta para lograr que la otra persona se deje llevar, porque al principio, si no estamos muy acostumbrados a que nos masajeen, podemos tener ciertas reticencias y autoimponernos barreras en ese sentido. El ambiente adecuado ayudará a que nos desliguemos de todo eso y nos dejemos llevar, y servirá también para que la persona que realiza el masaje se meta de lleno en el proceso desde el primer momento. Lo  importante es hacer que la persona que lo recibe se sienta cómoda, pero también cuenta la manera en la que el masajista se encuentra, porque será mejor o peor según su propia experiencia.

Utilizar aceites aromáticos

Hay unos aceites especiales que sirven para lubricar la piel y conseguir que el efecto del masaje sea mucho más intenso e interesante. Estos aceites tienen además una función aromática que sirve igualmente para conseguir una relajación mayor en la persona a la que se está masajeando, no solo al tacto, sino también al olor, otro de los sentidos que pasan desapercibidos en muchas ocasiones pero que también es interesantísimo  por todo lo que nos permite disfrutar. Existen muchos tipos de aceites diferentes, así que podremos elegir el que más nos guste o el que más nos llame la atención para realizar ese masaje tan especial y erótico a nuestra pareja.

Reduce la tensión de los hombros y la nuca

Realizar un masaje erótico tiene como finalidad poner a tono a la otra persona a través del tacto y conseguir que la tensión se disipe. Es cierto que no somos fisioterapeutas ni masajistas profesionales, pero con algo de práctica lograremos reducir de forma eficiente la tensión en los puntos más importantes, como la nuca o los hombres, que suelen estar cargados después de un día duro de trabajo, o por el propio estrés de cualquier situación. Un masaje en estas zonas ayudará a la otra persona a olvidarse de la tensión, a relajarse mucho más, y será el paso previo a poder seguir masajeando el resto del cuerpo, en zonas más erógenas, y ya con la libertad que nos da el habernos desecho de la tensión previa.

Prosigue el masaje por la columna y la cintura

Lo mejores es colocar a la otra persona boca abajo, porque la mayoría de tensiones que se solventan con los masajes aparecen en la zona trasera, en la nuca, pero también en la espalda y en la cintura. Aquí ya nos acercaremos mucho más a las zonas “interesantes”, pero es justo conseguir que, si esta persona está bastante estresada y lo notamos en su cuerpo, hagamos todo lo necesario para desestresarla a través de los masajes, que nos sirvan de verdad para lograr que esa persona se quite de encima la presión. Esto además va preparando al cuerpo para cuando llegues a las zonas más especiales, las erógenas, que más que masajeadas, deben ser estimuladas.

Estimula sus zonas erógenas

Y llegamos al punto culmen de nuestro  masaje erótico y relajante, las zonas erógenas del cuerpo de nuestra pareja. Podemos jugar un poco con el trasero viniendo desde la cintura, pero como las zonas erógenas se encuentran en la parte delantera, lo más probable es que la otra persona deba volverse y recostarse boca arriba, para darnos acceso a esa parte de su cuerpo. Hay que entender, por ejemplo, que los pechos son una zona erógena sobre todo para las mujeres, y que no es lo mismo masajear un pene que una vagina, así que tendremos que coger práctica en ese sentido. Es muy morboso masajear también toda la zona alrededor de los genitales, porque la anticipación hace que el deseo crezca aun más, y eso pone a punto a cualquiera.