En una relación sexual, los preliminares son una parte mucho más importante de lo que la mayoría piensa. No se trata solo de llegar al coito y tratar de disfrutarlo al máximo posible. Salvo que la intención de nuestro encuentro sea meramente reproductiva, seguro que queremos crear un ambiente más romántico, más sensual, donde el deseo vaya creciendo poco a poco para ponernos a tono. Y precisamente para eso está el juego preliminar, para ir caldeando el ambiente y hacer que nuestro cuerpo y el de nuestra pareja se relajen y estén preparados.
Gracias a los preliminares, un coito normal puede convertirse en una experiencia increíble. Además, como la mayoría tampoco le da tanta importancia, si nosotros lo hacemos y nos convertimos en maestros de ese sensual arte destacaremos por encima del resto y nuestras parejas sexuales se sentirán encantadas de poder disfrutar a nuestro lado, proponiéndoles cosas nuevas y diferentes, que les hacen gozar del sexo como nunca antes lo habían hecho. Aquí las claves.
Decirle cosas picantes a tu pareja
El inicio de casi cualquier preliminar suele ser a través del tacto, pero también a través del oído. La voz tiene una capacidad increíble para provocar sentimientos en otras personas, sobre todo si utilizamos el tono y volumen adecuado. Además, si tu chica o chico es de los que se pone a cien con las cosas picantes, no tienes más que acercarte a él o ella y empezar a hablarle a su oído, mientras le acaricias, para que sepa lo que se le viene encima. Cuando conoces bien a tu pareja sabes perfectamente qué tipo de cosas picantes le gustan y cuales no, así que puedes ir equilibrando un poco todo lo que digas, no vaya a ser que por patinar con una palabra se nos acabe la fiesta antes de tiempo.
Masaje erótico
El tacto es otro de los sentidos que más ayuda no solo en el coito, sino sobre todo en los preliminares, porque a través del mismo podemos ir excitando poco a poco a nuestra pareja, consiguiendo que su deseo suba más y más. A través de un masaje erótico iremos despertando ese deseo y esa pasión que todos llevamos dentro. Puede empezar como un masaje cualquiera e ir derivando en algo más subido de tono, o podemos realizarlo ya directamente en sus zonas más erógenas, mientras utilizamos también el truco anterior de las cosas picantes. Gracias a este preliminar además conseguiremos relajar a la otra persona para que esté mejor preparada para darlo todo cuando llegue la hora de la verdad.
Ducharse juntos
Otro clásico dentro de los preliminares, algo que en realidad podríamos hacer cada cierto tiempo, para no perder la intensidad, pero que por comodidad o por cualquier otra razón, incluyendo lo estrecho de nuestra placa de ducha, no hacemos casi nunca. Eso de ducharse juntos y darse amor mientras el agua va resbalando por nuestros cuerpos es algo tremendamente erótico y nos hará sentir como en una película, elevando al instante el nivel de morbo y lujuria en ambos. Y es que es llevar una situación caliente a un lugar en el que normalmente no tenemos este tipo de encuentros, la ducha.
Masturbación mutua
Empezar cualquier relación sexual con una masturbación mutua es una de las mejores maneras de ponernos a tono, para ellos y para ellas. Y es que es obvio que el chico necesita tener una erección para poder penetrar bien a su chica, y para ello puede hacerlo por sí mismo o contar con su ayuda, lo que es mucho más erótico, desde luego. En el caso de ellas también es importante realizar masturbación en la que podremos usar juguetes eróticos o incluso sexo oral en la vagina, para que ésta lubrique lo suficiente como para permitirnos penetrar sin ningún problema. Esto además hace que el morbo y el deseo crezcan en ambas partes, sobre todo si no están demasiado acostumbrados a masturbarse mutuamente. Será algo especial, salir de la rutina, y eso es siempre mucho más excitante que repetir los mismos pasos una y otra vez.