El ser humanos es un ser racional, pero también sexual, porque no podemos obviar nuestros propios instintos, esos que nos llevan, de hecho, a caminar hacia la propia satisfacción y hacia uno de nuestros cometidos biológicos esenciales: reproducirnos. Somos seres sexuales y también sexualizados por una sociedad que, de un lado nos vende cuerpos perfectos como reclamos para otros productos, llamando a nuestro vicio, y por otro nos dice que el sexo está mal y que es un tabú del que no se debe hablar. Sin embargo, al final la pasión siempre se abre camino, incluso en las condiciones más desfavorables, como aquellas en las que una pareja está a kilómetros de distancia y no se pueden tener cerca. Por fortuna, Internet también ha mejorado bastante ese tipo de relaciones.
Y es que la red de redes nos ha acercado en muchos sentidos, e incluso nos ha permitido mantener relaciones a distancia de una manera mucho más cercana, si nos sirve el oxímoron. Hoy por hoy, con las aplicaciones de mensajería instantánea, las videollamadas y demás, es como si estuviéramos con la otra persona todo el tiempo, aunque esté en otra ciudad o incluso en otro continente. Sin embargo, seguiremos echando de menos su tacto, su piel y sus besos, algo irremediable si estamos lejos. El cibersexo puede ser una buena alternativa para rebajar al menos esa tensión que tenemos por estar lejos de nuestra pareja. Aquí te vamos a dar todas las claves para que estas relaciones sexuales online sean de lo más satisfactorias en un momento en el que además, son para muchos una alternativa indispensable, por esto del confinamiento.
Una solución a las relaciones a distancia
Gracias a la red de redes, hoy por hoy estamos mucho más cerca de aquellas personas que viven en otros lugares. Con las aplicaciones que existen hoy en día podemos hablar con cualquier persona en cualquier lugar del mundo, ver sus fotos e incluso realizar una llamada, en la que contarnos cómo nos ha ido el día, qué estamos haciendo… y también ponernos un poco juguetones, por qué no. Al final, el cibersexo es una alternativa magnífica para todas aquellas parejas que están viviendo en la distancia, una válvula de escape para el más que lógico vicio que tenemos dentro, y que queremos saciar de alguna forma. Antes de pensar en irnos con otra persona, lo mejor es llamar a nuestra pareja y pasar un buen rato frente a la cam. Te sorprendería el nivel de morbo que se puede alcanzar en este tipo de videollamadas. Por eso siempre decimos que el cibersexo sí que funciona.
Ten una buena conexión a Internet
Estaremos conectados a Internet, así que hemos de tener una buena conexión en casa. También podemos hacerlo tirando de datos, en cualquier lugar, incluso en la calle, pero eso es algo más atrevido y seguramente complejo, porque nos pueden pillar. Si vivimos solos todo será mucho más fácil porque no tendremos que estar ocultándonos en la habitación para llevar a cabo este tipo de llamadas. La buena conexión nos permitirá ver bien a la otra persona, y que ella nos vea de la mejor manera posible. Aunque hay veces en las que todo se pixela demasiado, si tenemos una buena conexión a Internet seguramente podamos disfrutar de un buen espectáculo sensual y excitante, y así al menos rebajar un poco esa pasión que llevamos dentro.
Comparte tus fantasías sexuales
Aunque puedas pensar que el hecho de estar a distancia provoca una limitación evidente de las cosas que podéis hacer juntos, es precisamente esa distancia lo que hará que vuestra imaginación vuele y busquéis nuevas formas de placer y morbo, de puro vicio y lujuria, a través sobre todo de las fantasías. Esos sueños sexuales que todos tenemos y que pocas veces compartimos con los demás, por miedo o por vergüenza, son la excusa perfecta para el cibersexo. No tengas miedo a abrirte con tu pareja y crea una situación en la que ambos toméis roles diferentes para que todo sea mucho más excitante y divertido. Las fantasías os ayudarán además a romper el hielo y entregaros a la pasión de una manera mucho más ardiente, a pesar de las circunstancias.
Seducción y complicidad
Son dos puntos clave a la hora de llevar a cabo estas llamadas, ya sea con nuestra pareja o con cualquier otra persona con la que queramos pasar simplemente un rato excitante y divertido. Al estar lejos, hemos de poner mucho de nuestra parte para desarrollar esa seducción que haga que surja precisamente la complicidad, esa conexión entre los dos, que debe ser perfecta para ponernos muy cachondos mutuamente. Esto se consigue preparando bien el terreno, con velas, con una buena iluminación, con ropa sexy… Nos arreglaremos para la videollamada, por supuesto, y utilizaremos nuestros encantos más reconocibles, como el tono de voz, o nuestras sensuales curvas, para hacer que todo sea mucho más delicioso y atrevido. Ambos tienen que poner de su parte, porque si es solo uno de los dos el que lo intenta, la cosa seguramente no funcionará.
Errores que debes evitar
Hemos de ser conscientes de que este tipo de cibersexo tiene también sus limitaciones y que no podemos esperar que sea exactamente igual que tener a nuestra chica o chico al lado. Tener muchas expectativas puede ser algo desaconsejable, porque luego el vicio es el que manda. Haremos las llamadas y videollamadas en lugares privados, donde no se nos vaya a interrumpir en ningún momento. Trataremos de jugar con los preliminares durante un buen rato, sin ir directamente al grano desde el primer momento, para que la situación se vaya caldeando por sí misma. No deberíamos tener problemas en dejarnos llevar por la lujuria y llegar lejos, a través de las fantasías que ya hemos comentado anteriormente, que son una de las mejores fórmulas para hacer que el cibersexo sea todo un éxito.
